By La semana pasada la joven Vanesa Luna Bautista, hermana de la mediadora María Antonieta (quien perdió la vida después de un asalto después de su jornada laboral) así como el abogado Roberto Saucedo Pimentel, evidenciaron la coerción de la que fueron objeto por parte de la subdirectora del Centro de Justicia Alternativa con sede en San Miguel de Allende, la trabajadora María de Los Ángeles Pacheco López.
La subdirectora María Eugenia, sin respetar el dolor de las y los familiares de la mediadora María Antonieta el pasado domingo 23 de noviembre se decidió a blindar la información exculpándose y amenazando “Yo sugiero que la familia ya no diga nada al Poder Judicial no les vayan a negar sus prestaciones” y al no permitir que el magistrado presidente H se acercara hablar con lxs familiares. Haciendo pensar que ella lo tenía todo bajo control, y lo más grave haciendo pensar que la mediadora “tenía la culpa” por haberse ido a trabajar en su vehículo personal. Cuando en esa carretera ya había habido dos asaltos de otras dos compañeras ya habían sido asaltadas.
“Cuidó su chamba” mencionaron algunxs ese domingo y no disimulo incompetencia, en todo momento exculpándose y revictimizando a la misma mediadora, sin importar que en el féretro yacía la mediadora María Antonieta en la capilla e incluso en el momento de la despedida en el panteón, con comentarios fuera de lugar.
La verdad del asunto es que el nepotismo, las negligencias laborales y la falta de empatía en este caso ha consternado no sólo a la familia sino a la comunidad de abogadas y abogados que salen a ejercer su labor en comunidades lejanas para seguir fomentando la cultura de Paz.
Se exhibió también que la mediadora Maritza de la Luz Gómez, a quien le fue regalado un puesto de mediadora en la sede San Miguel de Allende sólo por ser la esposa de un juez, y no sale a realizar trabajo en comunidades.
Tanto la jefa del Centro de Justicia Alternativa, Eva Witrago, la subdirectora María Eugenia de los Ángeles Pacheco López como la mediadora Maritza, son el ejemplo del nepotismo, la indiferencia y el favoritismo dentro del Poder Judicial en el Estado de Guanajuato.
La hipocresía de quienes dicen que fueron amigas de María Antonieta Luna Bautista también quedó en evidencia, por ejemplo, la maestra Paola Jackeline Ontiveros Vázquez se robó unas fotos del momento de la velación de la mediadora María Antonieta y las posteo en sus redes sociales, sin que ella acudiera al velorio. Ni ella ni quienes decían ser sus “íntimas amigas” harán algo, ni una carta para pedir justicia por su muerte, y denunciar las arbitrariedades de la subdirectora María Eugenia Pacheco López.
Las y los trabajadores del Poder Judicial en el Estado de Guanajuato saben que se necesita un cambio, y ahora que ha sucedido esta tragedia con la muerte de su compañera María Antonieta Luna Bautista, de su lado está la posibilidad de que haya una renovación profunda y aquí les dejo una idea que me compartieron.
Si la directora María Eugenia es una persona sin sensibilidad, que ejerce abuso de poder, sin conocimiento de cargo, y así como ella misma se evidenció “servilista” pueden hacer su denuncia directamente con el magistrado presidente del PJEG Héctor Tinajero Muñoz , los correos electrónicos y los puentes para denunciar las injusticias laborales existen dentro del PJEG, sólo que dudo que lo hagan, las violencias estructurales les someten, “cuidan su chamba” porque es lo que han aprendido , y tal vez mañana cuando vuelva a suceder algo así, sean ellxs mismxs quienes lo lamenten.
