José Luis Ramírez
El 13 de agosto del año pasado Jorge Armengol Durán, manifestó públicamente que fue liquidado conforme al artículo 50 de la Ley Federal del Trabajo, es decir, que fue un despido injustificado, JUMAPA, desmintió su dicho, y fue denunciado ante la Contraloría municipal. Lo cierto, es que después de meses, regresó “voluntariamente” cerca de 40 mil pesos. Por la devolución, se infiere que mintió, y que hubo desvío de recursos públicos. Sí, este es un tema inconcluso legalmente. Él es el síndico municipal, de origen panista, cuya función es vigilar el dinero que administra el municipio…
Usted recordará que una semana después de que estallara el ducto de PEMEX en el mes de julio de este año, a pesar de las advertencias que se le habían hecho, incluso personalmente a la ciudadana Paniagua, los regidores Angélica Ramírez Barba, Aldo Velásquez, y la síndico Adriana Audelo, externaron sobre el asunto, en voz de Rebeca Lomelí: “yo creo que le están apostando (la oposición) a que la ciudadanía no tiene la conciencia, la preparación, están actuando con medios de comunicación que se prestan a comprarles esa información y eso no se vale”. Esa ha sido una de las pocas veces que se les ha escuchado hablar y lo hicieron para descalificar a los ciudadanos, y a la prensa por la difusión de los hechos, y desde luego, la desaprobación pública no se hizo esperar. En su defensa, la docta aludida, dijo que le tratan de “transgiversar” sus palabras para “amarrar navajas”. Ofendieron a sus mandantes, a sus votantes, y nunca se disculparon.
Ezequiel Mancera, llega al Ayuntamiento apoyado por Montserrat Vázquez Acevedo bajo las siglas del PRI, pero desde el inicio de la administración municipal, prácticamente se adhiere al bloque del Pan, traicionando a su grupo y a su partido. Uriel Pineda, llega por Morena, y hace exactamente lo mismo que el expriista, se suma al bloque del Pan, y vota siempre con ellos. ¿Por qué se pusieron en contra de los ciudadanos que les dieron su voto?
El otro regidor, Carlos Rivas es un hombre que solo tiene una virtud a su favor, la acumulación de años que lo hace intocable, pero también impresentable. Desde luego, es panista, y su voto cuenta como el de los jóvenes.
He querido reseñar lo anterior para poder encuadrar el equipo que se ha caracterizado por ser parte del barco panista en esta administración. Esta tripulación debe ser calificada al igual que su líder, la ciudadana Paniagua, como responsables del fracaso del gobierno y la administración que hoy nos ha llevado a los celayenses al infierno que estamos viviendo.
La unidad de este equipo se ha manifestado de mil maneras, y se expresa de manera concreta en la votación que se realiza para tomar decisiones: selección de directores, uso del presupuesto, nombramientos de funcionarios, acuerdos, convenios, acciones y tiempos para ejecutarlas. En suma, ese equipo, al que se le otorgó la confianza para representar los intereses genuinos de la ciudadanía, ha fallado.
Me voy a referir a hechos ocurridos en los últimos 15 días, que prácticamente son un eco de otros. La decisión de cambiar a los directores de Comunicación, Fiscalización, y Seguridad Pública, fue peor. Los perfiles a dos minutos de ser conocidos, generó el rechazo social. Su pasado, su origen, su capacidad eran totalmente cuestionables, una cosa que jamás han entendido es que para gobernar hay que tener autoridad moral, y capacidad.
A unas horas de dichos nombramientos, desapareció la Alcaldesa, y nadie se atrevió a dar razón oficial de su ausencia. Regresó cinco días después, tomó tres días hábiles y dos inhábiles para descansar, en el curso, el saldo fue estremecedor: fosas y cuerpos calcinados; bolsas con restos humanos en las calles; un robo grotesco a Aurrera, que parecía una burla a la autoridad; violencia en el tianguis de San Juanico, y finalmente el asesinato injusto y brutal de la enfermera Ana Alicia Hernández Morado.
El tema que parecía una expiación de culpas, y una separación con el pasado, fue la denuncia que hacen sobre JUMAPA, al detectar una deuda de 8 millones de pesos por obra no presupuestada, y el pago de 48 millones de ampliaciones no autorizadas. Un juego de fuerzas para sacar al exdirector de JUMAPA y a su antiguo patrón –exalcalde-, del control de espacios dentro del Ayuntamiento. Es casi un hecho que no pasará de un periodicazo. A esto se suma la visita de Felipe Calderón, para rescatar del Pan municipal, a sus decepcionados militantes y llevarlos al partido México Libre, con la idea de arrancarles el negocio político que ha quebrado la ciudadana Paniagua, el mensaje quedó claro.
Da la impresión que los cinco días que se tomó la ciudadana Paniagua, fueron para pensar en dar un golpe de timón a su chinampa. Al cumplirse un año, el presupuesto de ingresos se debería de proponer en consenso con todos los miembros del Ayuntamiento, y buscar sobre la base de una propuesta de gasto, el monto adecuado. Las alzas al predial, al agua y otros rubros, fueron de golpe. El aumento al transporte igualmente, fue súbito y apoyado por su equipo. No hubo consenso, no hubo diálogo, fue un acto autoritario más.
Llama la atención el alza al predial, cuando de 186 mil cuentas, más de 50 mil no se han pagado. Es decir, no tienen la capacidad de evitar el rezago, y aumentan el costo. El sentido común nos indica que crecerá la morosidad. El alza al agua potable, es parecido, si el exdirector de JUMAPA hizo uso de 56 millones de pesos de manera oscura, ¿qué nos asegura que con el alza no se seguirá alimentando la rapiña? Nadie en su sano juicio financiaría la corrupción.
El alza al transporte nuevamente se realiza de manera sospechosa y apresurada. Aldo Velázquez regidor del PAN encargado desde hace meses de analizar y consensar el incremento, partiendo de una reglamentación clara, y del cumplimiento del mismo, hizo todo lo contrario. Existen más de 150 autobuses chatarra dando servicio; la tecnificación obviamente no se cumplió a cabalidad; la modernización pasaba por un acto básico: la renovación de las unidades chatarra; el respeto a las tarifas marcadas en el reglamento tenía que ser Ley, pero todo se dejó de lado, y como siempre, se hizo un convenio de artificio que solo prolongará un sistema de transporte obsoleto, descansando en intereses políticos y personales.
Un evento de suma importancia, fue la rotación de comisiones de los 14 miembros del Ayuntamiento. Para variar, el golpe de timón, realmente fue un descontón a los regidores de oposición. Las Comisiones tienen el valor jurídico para fiscalizar, observar todos los actos administrativos y políticos, así como proponer correcciones, denuncias o mejoras de la administración. Las posiciones clave, nuevamente las arrebata el Pan. Eso significa que las cosas seguirán como siempre.
Si usted observa el presupuesto de gasto de este año, encontrará como el esfuerzo de cientos de miles de ciudadanos celayenses, que se traduce en impuestos, son consumidos de manera injusta: Servicios personales 720 millones de pesos; materiales y suministros 143.2 millones; servicios generales 322.2 millones; transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas 259.9 millones; bienes muebles, inmuebles e intangibles 85.8 millones; deuda publica $54.5 millones, y finalmente la cantidad que debería ser la más importante: inversión pública $ 389.5 millones de pesos. En el 2020, crecerá con 350 millones exprimidos de la bolsa de los ciudadanos. Las alzas a los servicios, servirán para alimentar un gobierno desordenado, derrotado en seguridad, en empleo, confianza ciudadana y con la autoridad moral en los suelos. Vamos directo a la zona de tormenta.
Revolcadero
Celaya tomó la iniciativa. La Revocación de Mandato al Presidente de la república, gobernadores, presidentes municipales, ya es un hecho, 17 estados del pacto federal la votaron a favor. En Guanajuato se opusieron inútilmente, usted ya sabe por qué…