Opinión

¿De qué se ríe? Doble o nada

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Por: José Luis Ramírez

La revocación de mandato está relacionada con el ejercicio de las funciones de los servidores públicos, que ostentan un cargo de representación popular, entre las razones para solicitar el termino anticipado de su función, se encuentran los actos de corrupción ineficiencia, violación de derechos humanos, y perdida de legitimidad o de confianza.

Me pregunto si es posible vincular la legitimidad política, o la pérdida de confianza entre lo que expresan de manera reiterada las encuestas, como una forma de expresión ciudadana frente a los gobernantes. Cuando consideramos la percepción ciudadana a partir de una sola medición, y de una sola empresa encuestadora, las dudas son razonables sobre el resultado que muestran, pero cuando son diversas, nos llevan forzosamente a sospechar, que algo está podrido en los elegidos para gobernar.

Le comparto en esta ocasión un resumen de la percepción que tienen los celayenses sobre el ciudadano presidente municipal, Javier Mendoza Márquez, que nos pueden permitir tener una visión amplia sobre su trabajo administrativo y su gobierno.

Primero le comento que la empresa Rubrum, hace un balance del año pasado (2022), y señala que los celayenses encuestados, lo calificaron con una métrica de uno a diez, teniendo los siguientes resultados: 4.35 en aprobación; en desempeño 4.77; en cercanía con 4.56; y en seguridad con 2.7. Obvio, es de los peor evaluados, de 101 alcaldes considerados.

Este resultado, de algún modo se correlaciona con las mediciones hechas al cierre del año pasado, y a comienzos de éste, por otras empresas. Masive Caller, señala que, en diciembre del 2022, que el 60.3% lo desaprueba; que el 64.4% le tiene desconfianza; que el 75.7% se siente inseguro. En enero de este año, el 60.1% lo desaprueba; el 66.4% le tiene desconfianza; y el 75.7% se siente inseguro. Se midió con 121 alcaldes, y ocupa los últimos lugares en ambos meses.

La empresa Demoscopia se ocupa de un solo aspecto, la Aprobación. En este aspecto, en diciembre del año pasado señala que el 58.6% lo desaprueba; y en enero, el 60.2% lo desaprueba. La encuesta se realizó en 210 alcaldías, y obtuvo en diciembre el lugar 122, y en enero de este año el lugar 151. Los resultados son similares a Rubrum.

La empresa Mitosfky, igualmente solo cubre el tema de Aprobación: en diciembre lo desaprueba el 69.3% de los celayenses, y en febrero el 66.9% lo desaprueba. La encuesta se realizó en 150 municipios, en diciembre ocupa el lugar 143, y en febrero el 141.En promedio, estuvo a 8 lugares para ser el peor alcalde encuestado.

La empresa Arias Consultores, en su encuesta del mes de enero, señala que el 79.3% de los celayenses lo desaprueba; que el 62% le tiene desconfianza; que el 79.3 reprueba su desempeño o trabajo; que solo 5.8, de cada 100 celayenses, se sienten seguros; y el 94.% cree que miente. La encuesta se realizó en 100 municipios, y se encuentra entre los 15 alcaldes con los peores resultados.

De la lectura de 4, de las cinco empresas mencionadas, hay un promedio 66.9 de desaprobación ciudadana al cierre del año pasado. Y consideramos aparte la calificación anual, de 4.35, en una métrica de 1 a 10 de Rubrum. Si tomamos en cuenta que las encuestas fueron en épocas de navidad y año nuevo, en un escenario normal o cotidiano, los números serían más reveladores de la perdida de legitimidad y confianza del ciudadano presidente municipal.

Para el ejercicio de Revocación de mandato en el ámbito federal, se plantea que con el 3% del electorado total que lo solicite, se procederá a la conclusión del mandato, eso supondría que de un universo de 300 mil electores que tiene el municipio, se necesitarían solo 30 mil solicitantes, lo cual estadísticamente, sería superado por el 66.9% de desaprobación ciudadana. Estaríamos hablando de más de 200 mil ciudadanos que le estarían dando las gracias al ciudadano presidente municipal.

Pero si tomáramos como referencia solo la población que acudió a votar en la última elección, en un acto de piedad franciscana, estaríamos hablando de 120,420 celayenses que le están diciendo que ya es hora de retirarse.

Ahora bien, aunado a la crisis de legitimidad, que coloca al gobierno municipal en una situación de absoluto rechazo, tenemos en estos últimos meses, otros fenómenos que desdibujan lo que presumen. Primero el nivel de gasto en seguridad, sobrepasó los 600 millones de pesos anuales, casi una cuarta parte del presupuesto municipal; el uso de la fuerza policiaca de manera desproporcionada en contra de la población civil, como fue el caso en la comunidad de Rincón de Tamayo; el uso de la fuerza policiaca, violentando los derechos humanos de periodistas; la manifestación de las fuerzas policiacas municipales para protestar por la detención de policías detenidos por el presunto asesinato de civiles; la vinculación a proceso de 4 policías por la presunta ejecución de civiles, cerca de la comunidad de la “Concha”. Por eso, y la disimulada, pero efectiva actuación de los grupos del crimen organizado que siguen operando actos de extorsión, la población no confía en la autoridad municipal, y le tiene una profunda desconfianza.

De cierto la seguridad es un entorno que abarca diferentes episodios, de tal manera que estar en la lista de las 50 ciudades más violentas del mundo, y pasar del 1º. al sexto lugar, es exactamente lo mismo, y no por el número de actos de violencia que todos tenemos en la mente y no terminan, sino por los actos institucionales vinculados a generar temor, y miedo en la población. Hoy vivimos peor, a pesar del cerco policiaco que tiene nuestro municipio. La expresión ciudadana en las encuestas revela ese juicio hacia el gobierno municipal, y no solo en el aspecto de la seguridad como lo hemos visto, sino porque la inseguridad se asocia a la incapacidad de administrar el municipio, y a la falta de un horizonte que genere la posibilidad de salir adelante.

Celaya tiene 26 mil personas en pobreza extrema, y es otro de los puntos en el mapa de la desolación, de frente a ello, el gasto municipal por casi 30 millones de pesos en vehículos blindados para los servidores públicos, lo hace injustificable moralmente. ¿Quién blinda a la población del desamparo? Es muy fácil borrar en el discurso simulador y triunfalista la medula de nuestros problemas, pero eso, es humo que se disipa en minutos. Al atraso y la marginación social, se le combate ahora con policías y vehículos blindados; y a la angustia por la marginación y el atraso de la población mas vulnerable, se le receta fentanilo para esconderla en el estómago vacío, aunque solo sea por unos minutos.

La pérdida de la legitimidad o la confianza en el ciudadano Mendoza Márquez, es proporcional a la ineficacia en el ejercicio de la administración, y la exposición pública de actos de ineficiencia y consumo de recursos públicos sin sentido, como es la estructura administrativa en el eco-fórum, y el gasto opaco y risible del presupuesto para los eventos de navidad como lo fue la pista de patinaje sobre hielo y los dinosaurios de Belén.

Hemos llegado al límite, al punto qué si le hubiéramos pagado por tiempo indefinido las vacaciones a Singapur al Alcalde, tendríamos un respiro, y de pronto habría una chispa de esperanza para Celaya. Pero no hay mal que dure tres años, y ahora no será la excepción.

Revolcadero.

¿Por cierto qué parte de Celaya vendió en Singapur? ¿Sería el puente de las Monas?

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