Guanajuato, Guanajuato.- En asuntos generales la diputada María Magdalena Rosales Cruz expuso ante el Congreso del Estado de Guanajuato, el tema sobre la violencia y el uso de la fuerza pública.Expuso que “la delincuencia parece imparable, frecuentemente se encuentran fosas clandestinas, en el 2019 se tuvo miles de homicidios, de abril a la fecha 1,686 , más los que se suman en el mes de mayo y junio, muertes de elementos de seguridad pública, feminicidios, robos y extorsiones, siendo uno de los estados más peligros del país.
Indicó que, así como León, Irapuato y Celaya son ciudades prósperas también son sumamente violentas, siendo el Estado de Guanajuato la tercera entidad con las ciudades más violentas a nivel mundial.
Precisó que en Guanajuato existe un Estado de contrates, por un lado hay crecimiento del producto interno bruto al año, y al mismo tiempo, hay recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, por grandes violaciones a la ciudadanía.
Agregó, que el gobierno presume grandeza, y los eventos solo sirven para vanagloriarse. Mientras los guanajuatenses ya no pueden con la inseguridad y el terror en las calles que existía antes del coronavirus. La población de nuestro estado ya no salía de sus casas, porque no había seguridad en los espacios públicos y nadie les escucha ni vela por su seguridad.
Denunció que las autoridades no dan la cara a la ciudadanía, sin dar la información en tiempo y forma. Los problemas se dejaron crecer mucho tiempo atrás, las autoridades no cumplen con su obligación de brindar seguridad a la población, combatir la delincuencia y dar respuestas reales a la inmensa violencia que vive el Estado.
Agregó no se está cumpliendo con las necesidades básicas de protección a la ciudadanía, lo que demuestra incapacidad del gobierno para bajar los índices delictivos y acabar con el crimen.
Por otro lado, enfatizó en que las fuerzas de seguridad actúan en contra de la población, como el caso de Nuevo Pantoja y en las recientes detenciones de personas en Irapuato por no utilizar cubrebocas, lo cual es una muestra de la intención de reprimir a la población en vez de dedicarse a lo que debían hacer, que es protegerlos.