
Guanajuato, Guanajuato.- Dos grandes escultores nacidos en Silao, hicieron posible el proyecto “La Ruta de Hidalgo”, realizaron 260 cabezas de águila colocadas en los estados de Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, San Luis Potosí, Coahuila, Durango y el monte de Las Cruces en Chihuahua, entidades por donde el cura Don Miguel Hidalgo y su ejército insurgente organizó la independencia de México.
Tomás y José Chávez Morado fueron los maestros escultores del proyecto “La Ruta de Hidalgo”, propuesta del ex presidente Adolfo López Mateos en 1960, con motivo de los festejos del 150 aniversario del inicio de la independencia. Ambos nacidos en el municipio de Silao, Guanajuato.
Tomás Chávez Morado es conocido por haber sido el diseñador de las 260 cabezas de águila, una de las obras con mayor relevancia, su hermano José ayudó en la magna tarea. El trabajo de José Chávez Morado, pasó a la historia como uno de los más importantes pintores de la segunda generación de muralistas del país con más relevancia, que hoy podemos apreciar en la máxima casa de Estudios, UNAM y en el museo de los hermanos Chávez Morado, fundado en 1999, en Silao, justo en la casa donde ambos vivieron.
Tomás Chávez Morado, desarrollo principalmente la escultura y la escritura, era un apasionado de su trabajo y su pueblo. Estudió la normal, graduándose como profesor de artes plásticas. Fue profesor de primaria y secundaria en la Ciudad de México, trabajo con los indígenas en la Sierra Tarahumara y en Bellas Artes.
En 1985, fundó la escuela de Artes plásticas de la Universidad de Guanajuato, donde se dedicó por treinta años a la docencia.
Sus esculturas son una muestra del México Profundo que mencionó el escritor Guillermo Bonfil Batalla, la belleza de sus obras evocan sobre todo el espíritu de la mujer y las desigualdades en México.
Aunado a las 260 estelas de cabezas de águila, se reconoce la magnificencia del paraguas del museo de Antropología. Tomás Chávez Morado realizó el recubrimiento en bronce con relieves de figuras del México Prehispánico.
También hizo, el escudo de mármol, de la entrada del Museo de Antropología, responsable de los trabajos de cantera en el Centro Médico del IMSS en CDMX., el monumento al general Jesús González Ortega, entre otros.
El proyecto “La ruta de Hidalgo”, buscaba ser un referente para que las y los mexicanos conocieran los lugares por donde el cura y su ejército dejo huella en la historia. Las 260 estelas a lo largo del tiempo han sido olvidadas, descuidadas incluso vandalizadas.
Las esculturas fueron fabricadas en el departamento de artesanías, del Instituto Nacional de Bellas Artes, las cabezas en su diseño original deberían de estar montadas en un pedestal en forma de trapecio de 1.50 mts de base, y con una altura de 2.40 mts y rematadas con 70 centímetros en la parte superior. Las cabezas sonde 80 cm de altura y 1.40 mts de largo, y aproximadamente 40 cm de ancho, hecha de concreto. En cada cabeza de águila se talló la palabra “Libertad”.
Se pueden identificar las estelas originales por las placas de bronce o cantera que dicen “ Ruta de Hidalgo, 1810-1811, año de la patria 1960”.
La primera de las estelas se inauguró el 16 de septiembre de 1960, en Dolores Hidalgo por parte del presidente Adolfo López Mateos. Se supone que la colocación de la cabeza de águila debe apuntar hacia la dirección de la “Ruta de Hidalgo”, y fue colocada en el actual museo de Hidalgo.
Cada vez que veas una de las estelas de cabeza de águila, sabrás que por ahí pasó Don Miguel Hidalgo con su ejército y sabrás que Tomás Chávez Morado, fue el escultor que las realizó, en 1960. Las esculturas, desgraciadamente con el paso del tiempo han sido cambiadas de lugar, y son ignoradas por la población, y hasta por las propias autoridades encargadas de resguardar el patrimonio de la “Ruta de Hidalgo”.