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Doble o nada “Invocando al arca de Noe”

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Paint Unknown, The Great Flood ( 1450-1499), Rijksmuseum, Amsterdam. Wikimedia Commons                                  Por: José Luis Ramírez

En estos días donde el fantasma del pánico entra por las rendijas de las puertas y las ventanas, recuerdo a Noé, el único hombre justo que en su arca repleta de animales, surcó el mar del castigo divino para fundar el mito de la salvación. Hoy me pregunto cuántos hombres justos están construyendo las arcas de la redención, y si el inventario de animales salvables, aún sigue completo.

El 16 de marzo cuando sonó la voz de alarma de la peste, nos instalamos en la casa de Azul para iniciar una de las tareas más reveladoras de la condición humana, que he vivido: acopiar y entregar alimentos para las personas que enfrentarían los efectos económicos del terror al coronavirus. No era un acto de asistencialismo clientelar, ni de ganar simpatías humillantes o vergonzantes. Lo he dicho, tampoco de lástima porque eso, lastima la dignidad de las personas.

John Donne, escribe, ¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?/¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla? Tocar y encontrar puertas selladas por la mezquindad y la indiferencia, era impensable, pero también la única manera de acopiar; llamar a la solidaridad tampoco se hubiera adivinado que sería un camino que condujera a un laberinto sin salida. A ese llamado pocas personas llegaron, quizá la desconfianza había puesto su mirada torva. Dos personas públicas hicieron eco, Juan Carlos entregó 60 despensas y Mauricio 180, su condición privilegiada en el Ayuntamiento les permitía regresar los fondos que usan de los contribuyentes. Ninguno más, lo hizo.

Estos versos que cito, son de John Donne, y fueron inspiración para la novela “For Whom the Bell Tolls”, escrita y publicada en 1940 por Ernest Hemingway: ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?/ ¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo? Los hay y los hubo. Los oídos sellados como tumbas, y el corazón vacío de aquellos hombres huecos de los que habla Elliot, los vi asomarse a las ventanas, doradas por el sol de la tarde.

Oídos sordos, singulares los hubo. Los beneficiados por el azar y la fortuna –y claro por los votos de AMLO- hicieron su cochinito con dinero del pueblo. La diputada local, Magdalena Rosales –que solo aparece para soltar rollo, y su hija regidora (sus correligionarios les llaman “las nepotistas”), Gerardo Sierra (quien favoreció ilegalmente la llegada del actual contralor) y otro rupestre, salieron a hacer proselitismo enfundados en sus chalecos de “siervos de la compasión”, y se tomaron la selfie repartiendo dádivas. Lejos de pelear políticas públicas para que institucionalmente se apoyará la gente vulnerable –antes y después-, ahora salen de la forma más lamentable a ganar simpatías. Se votó por ellos para que nunca más hubiera dádivas, y regresan con lo mismo…

Casi 30 días después que la organización civil, Alianza Ciudadana emprendiera la campaña simbólica de donación y entrega de víveres, surgieron otros entes proselitistas a ganar el aplauso y el foco electorero. Para ponderar, mientras Alianza Ciudadana generaba presión mediática para que el Ayuntamiento saliera apoyar a sus representados, y con más de 500 paquetes de víveres entregados, el DIF salía de su escondite y entregaba 56 despensas para 9 localidades, después vinieron las tortas y las bolsas de pepinos…

Al día de hoy, Alianza Ciudadana había entregado cerca de 700 despensas. La composición de la población beneficiada es: mujeres 78%, hombres 22%. La actividad productiva también se resaltaba, 42% amas de casa, 30.7 % desempleados, 10.5% trabaja por su cuenta, 4.4 comerciantes (desempleados), 5.3 personas con pensión, 5.3 tercera edad sin pensión, y 1% capacidades diferentes. La edad promedio: de 36 a 40 años (16.7%), de 51 a 55 (11.4%), de 31 a 35 (7.9%), de 41-45 (7%), de 46-50 (10.5%), 26-30 años (10.5 %)

Esta estadística revela una población atípica. No es el cuadro de la mendicidad en la que abreva la partidocracia, es la gente impactada por un fenómeno que los ha dejado vulnerables, sin empleo y sin ingreso. Las colonias de donde provienen las personas que buscan la solidaridad ciudadana, son: Barrio de Tierras negras, San Juan de la Vega, Ejidal, Centro, Emiliano Zapata, San Juanico, Sta. Rita, Los Pinos, Jacarandas, Arboledas de San Rafael, Nvo. Tecnológico, Las Américas, El Paraíso, Lagos, Vázquez Bonfil, Fovissste, Romeral, Lindavista, Los Olivos, Barrio de San Miguel, Roque, Real del Palmar, La Calesa, Villas de Hacienda, Hacienda Natura, Las Insurgentes, La Trinidad, Monte Blanco, Luis Donaldo Colosio, Villas del Bajío, Las Huertas, Los Naranjos, Girasoles, Latino, Valle Hermoso, Fracc. Industriales, Silva, Zapote, Del Bosque, Helguera. Y la lista sigue creciendo, mientras que la ciudadana Paniagua, camina oronda entre sangre, y desesperanza de la población. Igualmente, los síndicos y regidores, alejados del contagio del hambre y el virus real, gozan de vacaciones extraordinarias con dinero de los contribuyentes,

Las palabras escritas hace quinientos años por Donne, me siguen: Ningún hombre es una isla entera por sí mismo./ Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Me pregunto, si estas palabras visionarias, chocan con las conductas fragmentarias de una sociedad encerrada en paredes, que no frenan el miedo y la mezquindad. Afuera, los castigados por la ira divina, los que no podrían pagar un palco en el Arca de Noé, caminan inútilmente en busca del sustento. Sus antiguos sitios de culto y resignación, están sellados para evitar el contagio de su incertidumbre. Están solos, abandonados.

“Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia”. Si viéramos los ojos de impotencia de los otros en los nuestros, si entendiéramos que su suerte, está unida a la nuestra, quizá nos llegaría un rayo de conciencia que derritiera nuestra coraza de egoísmo. Dudo de las palabras de Donne, pero no por la certeza de ellas, sino por la conducta de los que me rodean.

Alianza Ciudadana genera acciones sociales desde sus propias capacidades (económica, infraestructura, movilización y transporte), lo cual es muy difícil. No tiene ingresos o patrocinios, excepto los de sus miembros, y los que se ha señalado antes. La idea de hacer bloque, alianza, o trabajar en un sentido y con sentido, está de manifiesto en cada acción que realizan (incluyendo la defensa de posiciones avanzadas en el Ayuntamiento).

Sin tener una posición económica, o de poder institucional, realizan actividades con el fin de modificar las causas que generan la falta de conciencia social. Mucha gente se pregunta el origen de sus recursos, y la respuesta es simple, casi evangélica, el que da recibe, y quien ha recibido, da. Las personas que en este momento donan víveres tienen la certeza que llegarán a las manos correctas. En el curso de esta campaña, llamada “entregando el corazón”, diseñada gratuitamente por Héctor Rubio, se ha visibilizado la entrega de los alimentos, sus mensajes han tenido un alcance de 241 374 vistas en redes sociales, y sus trasmisiones de video en vivo, han llegado a 97 523 reproducciones. No hay nada que esconder.

Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.  John Donne 1572-1631

Revolcadero.

El día de la resurrección que me borren de la lista.

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