Comonfort, Guananjuato.- En el último día del año 2019 , las principales calles del centro del “Pueblo Mágico de Comonfort” lucen los atractivos tapetes elaborados con aserrín de colores , mostrando diversas figuras y aunque pareciera una muestra de creatividad artesanal, tienen un vínculo sagrado-religioso de agradecimiento para los fieles católicos.
Aunque no se tienen datos precisos sobre los orígenes de la tradición ceremonial, los datos históricos apuntan hacia finales de la década de 1950, de acuerdo al cronista David Carracedo Navarro, uno de los iniciadores sería el párroco Luis Guerrero, quien a petición de los feligreses comenzó la tradición en 1957 de un recorrido de acción de gracias por el año que terminaba.
De esta manera la costumbre se ha hecho tradición, y el vínculo sagrado se combina con la realización de los tapetes ceremoniales. La belleza y la inspiración de la creación de sus tapetes ceremoniales se une a la procesión del Santísimo, ritual solemne de la última noche del año, para agradecer los días que dejaron recuerdos, seres queridos y muchas bendiciones, que terminan en reflexión para las familias católicas.
Foto: Purísima de Cahamacuero, Facebook.
La tradición de la elaboración de tapetes de aserrín proviene de las culturas prehispánicas donde se acostumbraba el diseño de alfombras de flores, hojas de pino, aves de quetzal, colibrí y guacamaya, misma que con la llegada de los españoles poco a poco se fue uniendo a la fe cristiana para realizar en semana santa pisos con ramas y plantas aromáticas como el romero.
El ingenio de los mexicanos y el sincretismo religioso han llegado al siglo XXI, y se refleja en los múltiples materiales que conforman los famosos tapetes de aserrín, una muestra de ellos son los de Chamacuero de Comonfort, como pate de sus riquezas culturales que le dieron el nombre de “pueblo mágico”.
Fuentes: http://chamacueromexico.com/pagina/Trad%203.html#31%20dic