Opinión

La salud mental en época de pre-pandemia

Alegoría de la Libertad
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Pintura: Alegoría de la libertad (1937) María Izquierdo      Psicologa: Ángeles Arroyo Montoya

El 10 de abril del presente año, por primera vez se informó a la población del territorio mexicano sobre la importancia de la Salud Mental ante la actual crisis sanitaria. Esto después de que el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, tuviera más presencia en las conferencias diarias sobre el coronavirus desde el pasado 27 de febrero.

Se comprende que la salud física ha sido prioridad en este y todos los países, por obvias razones. Sin embargo, la Salud Mental no ha sido prioridad en los proyectos de salud ni en este ni en otros momentos, al menos en México. Para ofrecer un dato importante, el pasado 28 de enero el mismo Hugo López-Gatell habló sobre la carencia de profesionales de la Salud Mental mencionando “la enorme limitación que tiene México en personal especializado en Salud Mental”, entiéndase psicólogos y psiquiatras.

Se informa la presencia de 1 psicólogo por cada 10 000 habitantes en el 2018 siendo Guanajuato uno de los estados con mayor carencia de acuerdo con la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud y la Dirección General de Información en Salud. Para ver la magnitud de dicha carencia comparemos a los 12 médicos por cada 10 000 habitantes que registra la misma fuente. Aunque parezca mentira, la cantidad de psicólogos en México es menor que las cifras que arrojan para otros países latinos como Argentina (200 por cada 100 000 habitantes).

Una nota de El Mundo (2018) informa la presencia de 5.71 psicólogos clínicos por cada 100 000 habitantes en España, 10.7 en Francia, 12.1 en Grecia y 56.9 en Finlandia. Sin embargo, al igual que México, son datos únicamente pertenecientes a los contratados por los responsables de la salud (Secretaria de Salud en México, Sanidad en España) ¿Es la Salud Mental un privilegio de las naciones desarrolladas o primermundistas? Según la Organización Mundial de la Salud (2019), las tasas de profesionales de la salud oscilan entre menos de 2 por cada 100 000 habitantes en países de ingresos bajos y más de 70 por cada 100 000 en países de ingresos altos.

Pero específicamente ¿qué es la Salud Mental? De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.  En México y en el mundo, las enfermedades mentales han ido en aumento. La depresión, la ansiedad y el suicidio son problemáticas de Salud Mental que afectan a un porcentaje importante de la población mundial. Según la OMS (2019), “cada 40 segundos se suicida una persona”, cada año fallecen 800 000 personas por esta causa. De acuerdo con la misma fuente, “los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias constituyen el 10% de la carga mundial de morbimortalidad y el 30% de las enfermedades no mortales”.  Y hay otros datos:

  • 1 de cada 5 niños y adolescentes tiene un trastorno mental.
  • La depresión afecta a 264 millones de personas y es una de las principales causas de discapacidad.
  • Aproximadamente, 1 de cada 9 personas presenta un trastorno mental moderado o grave.
  • En México, en el 2016 ocurrieron 6 291 muertes por suicidio.
  • En los países con ingresos bajos y medios alrededor del 76% y 85% no reciben tratamiento, mientras que en los países con altos ingresos entre el 35% y 50% no son atendidos.
  • En México, solo el 17.7% recibe atención de los 34.4% que padece trastornos mentales graves.

En el Plan de Acción sobre Salud Mental 2013-2020 elaborado por la OMS, la finalidad es “disminuir las brechas de atención y combatir el estigma y la discriminación, menciona que aún existen aspectos por resolver, como el descuido de los servicios y la atención a la salud mental o a las violaciones de los derechos humanos y la discriminación de la que son objeto las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales.” (AMIIF, 2019). Por otro lado, el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en México menciona, en la misma conferencia del 28 de enero, que en México hay una “importante insuficiencia en número, mucha desigualdad y en estados donde se requiere mucha de la atención comunitaria o de la extensión comunitaria de los servicios de salud que están a cargo de la salud pública”.

Sean psicólogos clínicos, laborales, comunitarios, educativos o psicoanalistas, las políticas públicas en México han dejado de lado el ámbito de la Salud Mental. Las violencias, la desigualdad, la educación, la pobreza y la exclusión son problemáticas sociales escasamente atendidas por todos los profesionistas de este ámbito. Aunque el sector empresarial tampoco ha puesto énfasis en las violencias existentes en sus centros de trabajo, la creciente incidencia de burnout y del mobbing son ejemplos claros. En el ámbito de la educación, el bullying y toda clase de acoso escolar se debe también a la falta de psicólogos educativos y clínicos que atiendan oportunamente estas problemáticas ya que son escasamente contratados en las escuelas, sobre todo las públicas. 

Ahora bien, una gran crisis ha empeorado las expectativas de la Organización Mundial de la Salud y todos los organismos nacionales e internacionales en materia de Salud Mental. La pandemia del coronavirus ha trastocado hasta lo más privado de la vida humana. ¿Qué esta pasando al interior de los hogares en época de confinamiento? ¿Qué repercusiones individuales tendrá la población mundial? ¿Qué políticas públicas implementarán? ¿Cuál es y será el rol de los profesionales de la salud?

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